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miércoles, 24 de mayo de 2017

TALLER DE RECICLAJE


       Los días 24 y 25 de Mayo se van a celebrar en nuestro centro unos talleres de reciclaje por parte de la Mancomunidad del Guadalquivir para todos nuestro alumnado. 

       Con estas jornadas intentamos que nuestro alumnado sea consciente de la importancia de la mejora y cuidado del Medio Ambiente. Este compromiso debe empezar por uno mismo, un pequeño esfuerzo puede convertirse en una importante contribución en la mejora del Medio Ambiente y, por tanto, en la mejora de la calidad de vida. Y que mejor forma que nuestros alumnos/as desde pequeños sean consciente de ello a través de una forma lúdica y divertida.

       A continuación os dejo unas imágenes de este día








martes, 23 de mayo de 2017

CIRCUITO DE SEGURIDAD VIAL

       Al igual que el año anterior hemos tenido la visita de la Policía Local a nuestro centro. Para explicarles de forma amena  y práctica lo importante que es respetar y conocer las normas de tráfico, tanto como conductores como peatones.
       Os paso una serie de imágenes de este día tan divertido.








Y por un día también se han sentido Agentes de la Autoridad.



       Por último, queremos darles las gracias a estos agentes que tan amablemente se acercan a nuestro centro para que nuestros alumnos/as conozcan de forma directa lo importante que es tener Seguridad Vial.

jueves, 11 de mayo de 2017

MAYO: MES DE LA TOLERANCIA



      Ser tolerante es lo mismo que ser respetuoso y considerado con los demás. Ser tolerante es aceptar y permitir las circunstancias o diferencia de los demás, es admitir la diferencia o la diversidad.

      La tolerancia juega un papel muy importante en las relaciones de los niño/as con sus iguales y con su familia. Es importante que escuchen las ideas y las opiniones de sus amigos/as, que acepten sus criterios aunque sean distintos a los suyos, y que consigan ponerse de acuerdo con sus compañeros/as en un juego, actividad o en el aula.

      La tolerancia les ayuda a que tengan una buena integración en un grupo o equipo.


      Este mes vamos a trabajar el siguiente cuento: EL JARDÍN DE TADEO


      El parque donde jugaban Anita y sus amigos había sido un paraiso mágico desde sus primeros años. Su mundo se había alimentado de alegría en infinidad de tardes entre árboles y verdor. Un laberinto natural en el que se escondían y encontraban, pateaban la pelota, saltaban la soga o armaban casas con ramas y hojas secas.

      Pero un día todo se oscureció. Anita estaba segura que esta vez la pelota si entraría al arco. Le dio una patada con todas sus fuerzas, pero el balón salió desviado, cayendo a lo lejos. Todos fueron a recogerla. Nunca habían llegado hasta aquel lugar tan solitario. Se veía abandonado. El jardín estaba seco y aquella casa antigua estaba sin pintar. Sin perder el tiempo, los niños cogieron la pelota y ya empezaban a alejarse, cuando una voz atronadora les llamó por la espalda:

-Así que malogrando mi jardín con la pelota, ¿eh? ¿Pero que se han creído?

      Un anciano de muy mala cara les clavó la mirada uno por uno.

-¡Fuera de aquí!

      Anita logró mover un pie y emprendió la carrera. Los otros no tardaron en imitarla entre gritos, dejando a aquel viejo gruñón solo en su seco jardín. Para rematarlos, les advirtió desde lejos:

-Si esa pelota cae otra vez aquí, ¡olvídense de ella!

     Los niños se quedaron muy tristes. Sentados bajo el árbol madre del parque ya no se atrevían a jugar a nada, temiendo que ese señor se les echara encima. Anita no podía creer que no pudieran volver a jugar en su paraíso. Afortunadamente, tuvo una idea.

      Al día siguiente, todos los niños se reunieron muy temprano y se escondieron alrededor de la casa del anciano. Al verlo salir, entraron en el jardín y con ayuda de algunos de sus papás arrancaron la hierba mala, vertieron nueva tierra, plantaron flores y pintaron la fachada de la casa. Al final una bonita valla de madera pintadita de blanco enmarcaba aquella obra de arte.

      Cuando el viejo regresó al mediodía, no podía creer lo que veía. La pipa maloliente y el diario que llevaba enrollado en una mano cayeron al suelo del asombro. El gruñón se quedó ahí, parado un buen tiempo. Ya sus ojos se llenaban de lágrimas y asomaba una tibia sonrisa en sus labios, cuando un pequeño tirón a su raído abrigo le sacó del asombro.

-Señor- le dijo Anita, casi susurrando. Creo que le debíamos esto. Le prometemos que jugaremos con más cuidado.

      El viejo Tadeo - ese era el nombre que ni él mismo recordaba- miró a su alrededor, incrédulo. Todos esperaban temerosos a prudente distancia. Finalmente, tomando una gran bocanada de aire. Tadeo se agachó y abrazó a Anita.

-Gracias, hija. Nadie se había preocupado en darme una alegría en muchos, muchos años. Menos algo tan bonito. Perdóname si los asusté. No dejen sus juegos.

      Y agregando un guiño, le susurró al oído:

-Yo también fui niño.

      Desde entonces todo era armonía. Los chicos cambiaron la ubicación de los arcos de fútbol y siguieron jugando. Tadeo los visitaba cuando sus piernas doloridas se lo permitían, hasta que le fue imposible y los niños lo visitaban en su casa después de la escuela.

     Tadeo falleció y los niños que vinieron después siguieron conociendo la historia de aquella niña que logró salvar su paraíso en el parque y el alma de un hombre antes de ir al que está en el Cielo.